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EL ASTROLABIO

La palabra astrolabio (en latÍn astrolabivm), proviene de la palabra griega astro (estrella) y labio (el que busca) y así, etimológicamente, astrolabio significa “el que busca estrellas”. Los orígenes del astrolabio se sitúan en la Grecia clásica. Apolonio (225 AC), fue el gran codificador de la secciones cónicas, estudió probablemente la proyección del astrolabio.

El personaje más influyente en la teoría de la proyección del astrolabio fue Hiparco que nació en Nicea, Asia Menor (la actual Iznik, en Turquía) alrededor  del año 180 AC, pero estudió y trabajó en la isla de Rodas. Hiparco también descubrió la precisión de los equinoccios y tuvo una gran influencia en el desarrollo de la trigonometría, redefiniendo y formalizando la proyección como método para resolver complejos problemas astronómicos sin trigonometría esférica y probablemente aportando sus características principales. Hiparco no inventó el astrolabio sino que perfeccionó la teoría de la proyección. El primer autor importante que escribió extensamente sobre proyección fue el famoso Claudio Ptolomeo (o Tolomeo) (100-170 DC) en su obra titulada el Planisphaerium (El Planisferio). Hay datos fiables en la obra de Ptolomeo que indican la posibilidad de que utilizara un instrumento que pudo haber sido un astrolabio. Ptolomeo también perfeccionó la geometría fundamental del sistema solar que se utiliza para diseñar los astrolabios.

EL ASTROLABIO EN EUROPA.

Los astrolabios más tempranos usados en Europa fueron importados de la España musulmana con palabras latinas grabadas al lado de las originales en arábigo. Es probable que estos astrolabios importados influyeran en el uso europeo de los nombres arábigos de las estrellas. Hacia finales del siglo XII, había al menos media docena de tratados fiables sobre los astrolabios en Latín y eran cientos los disponibles un siglo después. Los fabricantes europeos extendieron los grabados de la lámina para incluir información astrológica y adaptaron las diferentes variaciones para mantener la hora usada en aquella época.

El astrolabio fue utilizado a lo largo de toda Europa en los últimos años de la Edad Media y en el Renacimiento, alcanzando su máxima popularidad en los siglos XV y XVI, y se convirtió en una de las herramientas básicas para la educación astronómica. El conocimiento de la astronomía se consideraba fundamental en la educación, y la pericia en el uso del astrolabio un indicio de buen origen y educación. Sin embargo, su uso principal era astrológico.

Geoffrey Chaucer pensó que era importante para su hijo entender cómo usar un astrolabio y en su tratado de 1391 acerca del astrolabio demostró un gran nivel de conocimiento astronómico. La fabricación del astrolabio se centró en Augsburgo y Nuremberg  (Alemania) durante el siglo XV con alguna producción en Francia. En el siglo XVI los mejores instrumentos provenían de Lovaina (Bélgica). Hacia la mitad del siglo XVII, los astrolabios eran fabricados a lo largo de toda Europa. George Hartmann, en Nuremberg, fundó un taller particularmente interesante alrededor de 1525, utilizando una incipiente forma de producción de latón para realizar instrumentos de una gran calidad. Los astrolabios de latón eran bastante caros y sólo los adinerados podían hacerse con uno. Los astrolabios de cartón, como el que Antiquus reproduce, aparecieron cuando la imprenta se desarrolló y se  fabricaron un gran número de ellos, aunque pocos han sobrevivido. Cientos de interesantes variantes de astrolabios conocidos como astrolabios universales, que fabrican un único instrumento utilizable en todas las latitudes, se crearon durante los siglos XV y XVI, pero debido a su alto coste y su complejo manejo, nunca consiguieron la popularidad de los planisféricos. Estos instrumentos proyectaban la esfera celeste en el círculo del equinoccio y les faltaba el llamamiento intuitivo del planisférico. Una derivación del astrolabio circular reducida a un cuadrante fue descrita en 1288 por Profiat Tibbon, de Montpelier. Pocos ejemplos de los cuadrantes de Astrolabio, comúnmente llamados “quadrans Novus” (nuevo cuadrante), sobreviven, sin embargo fueron publicados muchos tratados acerca de su fabricación y uso. Una forma del cuadrante de astrolabio fue muy popular en el Imperio Otomano hasta incluso principios del siglo XX. Cientos de cuadrantes usados en la proyección estereográfica se introdujeron en el siglo XVII. El más famoso fue inventado por Edmund Gunter (1581-1626) en 1618. El cuadrante de Gunter era bastante fácil de manejar en comparación con el más viejo de los Quadrans Novus y fue extensamente utilizado.

LAS PARTES DEL ASTROLABIO

Los astrolabios clásicos estaban construidos normalmente de latón y tenían entre 6 y 8 pulgadas de diámetro (de 15 a 20 cm), aunque se construían otros mucho más grandes y pequeños. La mayoría de los problemas del astrolabio se resuelven usando la zona frontal del instrumento.

El frontal de un astrolabio consta de dos partes, una fija y otra rotativa. La parte fija representa las escalas temporales y la proyección estereográfica del cielo vista desde una latitud específica. La parte rotativa simula la rotación diaria del cielo. Mater y Tímpano: El cuerpo principal de un astrolabio común consiste en un disco que está agujereado en el centro. (fig. 1). El aro que rodea  el filo del disco (limbo) está marcado en grados para indicar el tiempo, aunque en muchos astrolabios europeos, aparece marcado en 24 horas, con el amanecer en la parte de arriba y el anochecer en la parte de abajo.

En la sección central del disco se encuentra el tímpano  que marca la latitud local y está grabado con círculos de altitud, y azimut o altura para ciertas latitudes. (fig. 2).

La Red o Araña: Sobre el tímpano, se encuentra un disco especialmente cortado, de manera que podemos observar el tímpano por debajo de él. Este disco se denomina red o araña. (fig. 1). Las puntas representan un número de estrellas fijas cuyos nombres se sitúan sobre o cerca de ellas (de las puntas). La araña incluye un círculo que muestra  la proyección del itinerario anual del Sol en el cielo (la eclíptica). El círculo eclíptico está siempre dividido en secciones graduadas representando los signos del zodiaco. Se suponía que la araña rotaba en un día sideral para simular la rotación diaria de las estrellas en el cielo.

La Regla: En la parte superior de la araña hay una manecilla llamada regla. (fig 1). No todos los astrolabios tenía una, ya que dependía del uso que se daba al instrumento. La araña y la regla están sujetos por un remache en el centro del instrumento pudiendo rotar independientemente sobre el tímpano.

Parte trasera: La parte trasera del instrumento está grabada con una gran variedad de escalas, dependiendo de dónde y cuándo hubiera sido fabricado el astrolabio hubiera sido fabricado. (fig. 3). Todos los astrolabios incluían escalas para la medición de ángulos, así como escalas para determinar la longitud del sol en cualquier momento. Casi todos los europeos y muchos árabes tenían una escala para resolver problemas de trigonometría simple, llamada el cuadrante de sombra. Algunos astrolabios europeos tenían a menudo una escala para la trasformación de horas desiguales (planetarias) a horas iguales. La parte trasera de cada astrolabio incluye una alidada perforada con dos visores para medir la altitud de los objetos celestes.

USO DEL ASTROLABIO

En el siglo X, Abd al Rahman B. Umar Al-Sufí escribió un tratado detallado sobre el astrolabio compuesto de 386 capítulos en los que describía mil usos del astrolabio. Al Sufí quizá exageró la flexibilidad en el uso del astrolabio, pero lo cierto es que éstos pueden ser utilizados para resolver muchos problemas astronómicos que de otra manera requerirían el conocimiento de sofisticados procesos matemáticos.

Los usos más comunes del astrolabio son los siguientes: averiguar la hora, tanto por el día como por la noche, la hora del orto y del ocaso y, por lo tanto, la duración de ambos; se usa igualmente para localizar objetos celestes en el cielo; para averiguar la latitud de un determinado lugar (en navegación se usaba el astrolabio náutico, perforado en su matriz para poder dejar pasar el viento y mantener la verticalidad del aparato), y en astrología se usaba, y usa, para encontrar determinados aspectos de los horóscopos (carta astral). Las horas de oración islámicas están astronómicamente determinadas, y el astrolabio podría ser utilizado para determinar los tiempos requeridos.

Los astrolabios modernos pueden ser utilizados para resolver problemas relacionados con el tiempo sideral, además de con el tiempo actual. Como demostración, se incorporan dos ejemplos del uso del astrolabio. (Nuestro astrolabio “postal card” está concebido para 41º de latitud).

Conocer la hora del día:

Debemos seguir los siguientes pasos:

1- La altitud del sol o de una estrella se determina usando la parte trasera del astrolabio. Mantenemos paralelo al suelo el instrumento y mirando a través de los orificios de la alidada (en el astrolabio “postal card” debemos ponerlas en posición vertical), buscamos que la sombra del sol entre por ellos, o enfilamos con la vista la estrella conocida. La altitud es observada en la escala correspondiente (de altitud) de esta parte trasera del astrolabio.

2- La posición del sol en la eclíptica se encuentra colocando la alidada en la fecha y leyendo la longitud del sol en la escala zodiacal.

3- En la parte frontal del astrolabio, la regla rota hasta que se cruza la eclíptica en la longitud actual del sol, siendo ese punto el que determina la posición actual del sol.

4- La araña y la regla rotan juntas hasta que el sol o la estrella indicadora están en la altitud medida.

5- La regla señala en el limbo el tiempo solar aparente, que es el tiempo mostrado en un reloj de sol, siendo diferente en cada longitud. En el uso actual, el tiempo aparente solar debe ser corregido con el uso horario, compensándolo con la ecuación del tiempo y la diferencia de longitud desde el centro del uso horario.

También se debe tener en cuenta que en la Edad Media la hora en un determinado momento del día era  expresada normalmente como la parte del día o de la noche que había pasado. Esto es, el amanecer era el principio de la primera hora del día, el mediodía era el final de la sexta hora y el ocaso era el final de la decimosegunda hora del día y el inicio de la primera hora de la noche. La longitud de la hora se modificaba durante el año con el cambio de latitud, y además una hora era más larga en verano que en invierno. Estas horas son llamadas desiguales y algunos astrolabios tenían curvas grabadas para determinar esa hora desigual del día o de la noche. El uso de las horas desiguales decreció cuando los fiables relojes de pared y de pulsera empezaron a usarse en el siglo XVII y XVIII, aunque su uso continuó en gran parte del mundo hasta bien entrado el siglo XIX. El uso de las horas desiguales no es tan difícil como parece, ya que la hora desigual del día es el porcentaje de día que ha pasado.

Conocer el momento de un evento celeste:

El momento de un evento celeste como el amanecer, el ocaso o la culminación de un astro, se puede averiguar colocando el astrolabio en las circunstancias del evento y leyendo el tiempo.

1.- Determine la posición del sol en la eclíptica.

2.-Coloque la regla en aquella posición de la eclíptica en la parte delantera del astrolabio.

3.- Gire la araña y la regla juntos hasta que el evento deseado esté en posición. Por ejemplo, para conocer la hora en la que amanece, gire la araña y la regla hasta que su intersección esté justo en la parte este del horizonte.

4.- Lea el tiempo de la posición de la regla en el limbo del astrolabio. La duración del día se puede conocer sabiendo la hora en la que amanece y anochece, y calculando la diferencia. Igualmente, el tiempo hasta el amanecer y el ocaso se puede conocer en la relación con la diferencia exacta del tiempo. Si usted se encuentra en otra latitud diferente para la que el astrolabio está concebido, los valores que le proporcionará serán erróneos. No obstante habrá aprendido a manejar un instrumento que fue denominado “la joya matemática de la Edad Media”.  

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